jueves, 16 de abril de 2015

Hablemos de Autismo


El 2 de abril es el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, por este motivo a lo largo de todo el mes se realizan muchas actividades para brindar información que favorezca el diagnóstico y tratamiento temprano de estos trastornos. Decidimos sumarnos a esta iniciativa.

Se conoce por Autismo a todos los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Quienes padecen estos trastornos del neurodesarrollo presentan tres características principales: dificultades en la comunicación verbal y no verbal, dificultades en la interacción social y patrones repetitivos de comportamientos, intereses y actividades. Los síntomas pueden variar entre los pacientes, presentándose de muy leves a severos.

La mayoría de los chicos con Trastornos del Espectro Autista reciben su diagnóstico alrededor de los 4 años de edad, pese a que los síntomas suelen estar presentes desde los primeros meses de vida. Muchos padres advierten los primeros síntomas de autismo antes de que su hijo cumpla un año, y estos suelen ser más notorios a partir del año y medio.

Si bien los TEA no tienen cura, los resultados de los tratamientos son mejores cuando se empieza a trabajar de manera temprana. A continuación algunas señales de autismo:

Señales de autismo en bebés (menos de 12 meses):

  • No siempre reacciona a los sonidos. A veces parece escuchar bien y otras no responde cuando lo llaman por su nombre o no se sorprende con un ruido fuerte.
  • No hace gestos para comunicarse (como levantar los brazos cuando quiere que le hagan upa, decir chau con la mano o señalar con el dedo).
  • No le gusta que lo toquen o lo abracen.
  • No mantiene contacto visual y/o no sonríe a las personas
  • No se observan señales de desarrollo del habla, como balbuceos “pa pa pa, ma ma ma”, etc.

Señales de autismo en chicos (a partir de los 12 meses):

  • Pierde habilidades verbales o sociales que tenía (Por ejemplo, deja de balbucear o hablar).
  • A los 16 meses no dice palabras sueltas o a los 24 meses no dice frases de dos palabras como “mamá agua”.
  • Tiene retrasos en el lenguaje o no habla. Repite las mismas palabras u oraciones muchas veces o repite las preguntas que se le hacen en lugar de responderlas.
  • Se aísla de los demás y parece “vivir en su propio mundo”.
  • Tiene problemas de conducta. Es muy rebelde, impulsivo o demasiado activo.
  • Se enfoca completamente en solo tema a la vez, o en un único objeto, o en una parte en particular de ese objeto (Por ejemplo, no juega con los autos sino que los da vuelta y hace rodar las ruedas, o los acomoda en series ordenadas de determinada manera).
  • No logra desarrollar relaciones con otros chicos (No comparte sus juguetes, no espera su turno, tiene dificultades para interactuar con los demás y para expresar sus sentimientos)
  • No hace juegos imaginarios o juegos de imitación (Por ejemplo, imitar un animal o jugar a hacer dormir a una muñeca).
  • Tiene un comportamiento rígido, se altera con los cambios de rutina aunque sean mínimos.
  • Hace movimientos repetitivos (Sacude las manos, los pies o los dedos, se balancea o gira).
Frente a alguna de estas señales es importante consultar con el pediatra quien podrá despejar las dudas y los miedos de los papás o solicitar una evaluación más profunda.
Para quienes quieran profundizar el tema les recomiendo la página de la Asociación Argentina de Padres de Autistas (A.PA.de.A) quienes investigan, brindan asesoramiento y capacitación a profesionales y padres, y ofrecen tratamiento a personas con autismo A.PA.de.A


Además, en la Fundación INECO abril es el mes del autismo, por lo que programaron una amplia oferta de charlas y talleres abiertos a la comunidad, y workshops para profesionales. Para conocerlos entren en  Mes del Autismo en INECO

miércoles, 1 de abril de 2015

Abuelos y nietos




Al empezar a escribir sobre abuelos y nietos pensé en todos los apodos cariñosos con los que escuché nombrar a los abuelos: abu, abue, nona, nono, iaia, bobe, zeide, tata, yaya, yayo, oma, lala, lolo. Estos sobrenombres suelen extenderse y ser usados por el resto de la familia y los amigos los nietos. A mi abuela le decíamos Baba, pero hoy ya es Bisa, porque tiene cuatro bisnietos. Si alguien llamaba de otra manera a sus abuelos puede dejar el apodo en los comentarios para que lo agreguemos a la lista.

El vínculo entre abuelos y nietos es único y enriquecedor para ambos. Muchos chicos disfrutan estar con sus abuelos porque junto a ellos los límites son más flexibles que con sus padres, o porque con los abuelos hacen cosas distintas y divertidas, como pasear, comer golosinas, viajar o compartir un hobbie. Los nietos que comparten este tipo de actividades con sus abuelos sienten que éstos son personas cariñosas y divertidas, que disfrutan pasar tiempo con ellos. Y a la mayoría de los abuelos les encanta estar con sus nietos y suelen disfrutar de algunas cosas que no pudieron disfrutar mientras estaban preocupados por criar a sus hijos.

Los hijos que pueden contar con sus padres para criar a los nietos se sienten acompañados en esta tarea. Para muchos padres los abuelos son un apoyo y una ayuda práctica. Si bien los abuelos de hoy en día están mucho más ocupados, suelen tener tiempo libre para poder cuidar de sus nietos, retirarlos del colegio y llevarlos a las actividades extraescolares. Por diferentes razones muchos chicos pasan habitualmente varias horas a la semana con sus abuelos mientras sus padres trabajan. Atentos a esta nueva realidad ya se ofrecen cursos para abuelos y nietos que poco a poco va sumando propuestas, por ejemplo, clases de música y de natación. Algunos abuelos aprenden a usar la computadora o tienen un perfil de Facebook para estar más cerca de sus nietos.

Si los abuelos van a cuidar a sus nietos, lo ideal es que padres y abuelos tengan una buena relación y que ambos respeten las costumbres y rutinas del otro. Muchas personas creen que el papel de los abuelos es “malcriar” a los nietos. Es importante que los permisos que puedan dar los abuelos a los chicos no contradigan las pautas de crianza de las mamás y los papás.

Los abuelos, además, juegan un rol fundamental en la construcción de la identidad al  transmitir la historia familiar y sus tradiciones. Las abuelas y abuelos que enseñan recetas familiares, los juegos que jugaban en su infancia, muestran fotos, cuentan anécdotas y comparten recuerdos lo que hacen es compartir un conocimiento que pasa de generación en generación, a partir del cual los chicos aprenden cosas que pasaron antes de su nacimiento y pueden construir su propia historia.  

Aprovechemos el fin de semana largo para pasar algo de tiempo con nuestros abuelos, si los tenemos, y armemos algún plan para que nuestros hijos puedan disfrutan con los suyos un tiempo con más calesita, plaza, golosinas y sobre todo, muchos mimos.